Hacíamos cuentas en nuestras charlas de café mi mejor amiga y yo, con calculadora en mano sumábamos cerca de $200.000 anuales en gastos relacionados con toallas higiénicas, tampones y protectores sin contar las pastillas para los cólicos.
Recuerdo que en el 2016 empezamos a escuchar acerca de la “copa menstrual” con múltiples beneficios para la mujer, pero la más sonada: la económica. Vimos varios vídeos sobre el uso y su asepsia; sin embargo a mí aún no me convencía, me encontraba cómoda utilizando los tampones porque me ofrecía la posibilidad de no sentir cada descarga y podía colocarme cualquier prenda.
«Fueron $100.000 es decir $50.000 cada una, las pedimos en una talla S y en color rojo«
Por supuesto con ellos no era todo color rosa porque a pesar de eso, tenía que asegurarme con una toalla higiénica ya que a veces me manchaba. Así las cosas el gasto era el doble comprando toallas y tampones para los días que me duraba el periodo.
Maye compró la copa unos años antes. Me contaba lo maravilloso que era usarla, de los pocos gastos que ahora tenía y la comodidad que sentía sobre todo porque el material de las toallas la irritaban constantemente; yo por mi parte me animé casi tres años después que ella y aún con dudas.
Encontramos una promoción en instagram donde venían dos copitas con su estuche por el valor de una. En total fueron $100.000, es decir $50.000 cada una, las pedimos en una talla s y en color rojo (ya saben, por eso de las manchas).
Cuando me llegó el periodo y para su uso por primera vez, hablé con mi amiga. Me explicó cómo doblarla, en qué posición introducirla y al cuánto tiempo procurar sacarla. Tuve mucho miedo el primer día, porque pensaba que el palito que tiene la copa quedaba por fuera de la vagina, algo similar al tampón con el hilo ¡pero no! la copa quedó totalmente dentro de mí.
No pude dormir en toda la noche pensando en cómo sacármela al otro día, pensé en ir al ginecólogo en auxilio y tuve miedo de terminar en operación para extraerla. Toda una novata. Llamé a las 5:00am del siguiente día a Maye, me dijo que sí, que la copita quedaba adentro y debía “meterme los dedos” buscarla y sacarla ¡qué tarea para una principiante con uñas largas!

Seguí los pasos que me dio y por fin la saqué. Vi por primera vez la sangre líquida y no absorbida como con los otros productos; de ahí en adelante cometí una que otra torpeza, llamaba a mi amiga para resolverlo hasta que por fin, luego de tres periodos le cogí el tiro.
Admito que no fue fácil para mí hacer este cambio después de 10 años usando los productos convencionales para la menstruación, pero con el tiempo he descubierto varios beneficios que muchas personas seguramente ya conocen:
- Es comodísima.
- Ayuda al medio ambiente porque es reutilizable.
- Puede durar hasta 10 años.
- En los últimos días del periodo no duele colocarla porque su material es de silicona.
- Se puede revisar cada 12 horas, dependiendo del flujo de cada mujer.
- No se necesita usar una toalla o un protector demás por temor a que se pase.
- Se puede usar ropa clara.
- Libres de malos olores, la sangre solo huele a sangre.
A parte de estas ventajas, la copa viene por tallas (S-M-L) ¡sí! dependiendo del flujo, si la mujer ha tenido partos y en algunos casos la edad influye. Desde mi experiencia y con 6 meses usándola, definitivamente la recomiendo por todo lo que ya les mencioné, sé que el cambio y las dudas que nos invaden no permiten que probemos cosas nuevas; pero amigas ¡anímense!. Cuiden su cuerpo y conéctense más con algo tan natural que las acompañará por más de 30 años de vida.
Aquí unos consejos:
- Después de cada periodo esterilizar la copa. Se puede comprar una ollita para hervirla en agua no más de 3 minutos porque se puede derretir.
- Lavarla con agua después de vaciarla.
- Si se mancha por la sangre, se puede limpiar dejándola una noche en agua oxigenada.
- Tener uñas cortas. (Lo digo porque me he lastimado varias veces) de todas maneras ya es decisión propia.
- Para introducirla, doblarla en forma de cartucho.
Solo me queda por decir que luego de conocer la copa menstrual, cualquier tampón es horrible y doloroso. ¡Que viva la copita!
Y por último: tranquila, no hay manera de que la copa se suba más allá. Siempre la podrás sacar.
Me encanta tu blog. Felicitaciones!!!
Gracias Dianita por leer. Un abrazo.
Gracias amiga linda por ser partícipe de este buen escrito. sin duda alguna es la mejor inversión que hemos hecho.No solo por lo económico, también nos ha permitido conectarnos con lo femenino.
Te quiero ami! Y que viva la copita 😊