Sobre el libro de Coral Herrera: “Mujeres que ya no sufren por amor”

Unos meses atrás con mi mejor amiga Maye, decidimos hacer una lectura que involucrara amor y feminismo. Es así como llega a nuestras manos, esta obra de la feminista y creadora del laboratorio del amor, Coral Herrera Gómez.

Resulta interesante la propuesta de la escritora en cuanto amor se refiere, ya que la sociedad nos ha criado con un modelo de hombre perfecto e ideal que nos salvará de nuestras desgracias. “El amor romántico es una trampa que nos hace creer que todas somos potenciales princesas dignas de ser descubiertas, amadas y llevadas al palacio en el que nunca más sufriremos la angustia de la precariedad y la pobreza.”

Además de proponer una lucha feminista que nos involucra a todos los seres humanos, nos propone construir diariamente un mundo mejor, donde nos apoyemos en una red de mujeres que en vez de tener una disputa unas con otras (en las que hay envidia, celos, rivalidad etc.) tengamos una admiración mutua y un crecimiento conjunto; ya que según Coral, “ el amor, lo romántico y lo personal es político, y que otras formas de relacionarnos, de organizarnos y de querernos son posibles”.

Desmitificando el amor romántico.

Salir de las reglas con las que nos han criado no es fácil. Sin embargo, es posible hacer la cimentación de un amor sano, trabajando constantemente en desmontar la utopía de que existe un príncipe azul y que solo nos debemos a ello. Cuidar de nosotras y de nuestro entorno, creando lazos emocionales fuertes y sin jerarquías; poner límites, saber decir no cuando no somos felices con algo: “la clave es trabajar la honestidad y la coherencia”.

Asimismo, deconstruir el amor romántico, implica realizar una autocrítica y trabajar muchísimo en uno mismo: lo que nos gusta y lo que no, analizar las relaciones de sumisión y de poder que durante año se han afianzado; hacer vínculos afectivos entre todos que sean igualitarios y que nos ayuden a crecer y a crear una individualidad y un equipo mejor.

Fragmentos del libro que más me gustaron:

  • Las niñas y los niños recibimos mensajes opuestos y aprendemos a amar de forma diferente, así que, cuando nos encontramos en la adultez, resulta imposible quererse bien. Los niños aprenden a valorar y defender su libertad y su autonomía; las niñas aprenden a renunciar a ellas como prueba de su amor cuando encuentran pareja.
  • Las niñas aprenden a situar el amor en el centro de sus vidas, mientras que los niños aprenden que el amor y los afectos son “cosas de chicas”. Las niñas creen que para amar hay que sufrir, pasarlo mal, aguantar y esperar al milagro romántico; los niños, en cambio, no renuncian ni se sacrifican por amor. Las niñas aprenden a ser dulces princesas; los niños, a ser violentos guerreros. Ellas creen que su misión es dar a luz a la vida; la misión de ellos es matar al enemigo. Mientras ellas se hipersensibilizan y dibujan corazones por todos lados, ellos se mutilan emocionalmente para no sufrir y se preparan para ganar todas las batallas.
  • No podemos malgastarlos en relaciones en las que no podemos ser nosotras mismas, en las que tenemos que disimular, reprimirnos, mutilarnos nosotras también. No compensa estar con alguien que solo nos pone obstáculos, muros y prohibiciones. No compensa juntarse a alguien que impone sus normas y sus muros de protección, y no nos pregunta qué tipo de relación nos gustaría construir.
  • Para poder disfrutar hay que estar abierta, apasionarse, ilusionarse, moverse, desmontarse, cuestionarse, crecer y transformarse. Hay que vivir, atreverse, desnudarse y hay que tener herramientas para poder disfrutar del aquí y del ahora.
  • Si queremos acabar con el patriarcado, tenemos que dejar de aceptar las migajas de amor que nos ofrecen y huir de las relaciones desiguales en las que hemos de aceptar las condiciones que nos impone el otro.
  • Parte de cuidarse consiste en ser honesta con una misma y con la pareja.
  • Ellos y nosotras necesitamos toneladas de sensatez, de ternura, de empatía, de solidaridad, y de auto crítica feminista para poder diseñar el mundo que queremos, y para llevar la utopía amorosa a la realidad.
  • Dentro de la lucha feminista estamos trabajando para liberarnos de la estafa romántica que perpetúa la subordinación femenina y nos mantiene voluntariamente encadenadas a un ideal romántico que nos distrae de las cosas verdaderamente importantes de la vida.
  • El mejor compañero o compañera es aquella persona con quien puedes comunicarte bien y sentirte tú misma, es aquella que te trata bien y te respeta, es esa que sabes que no te va a hacer sufrir porque te quiere de verdad, y que es capaz de cuidarte.
  • El desamor es uno de los procesos de desintoxicación más duros que existen.

¿Cómo vives el amor en tu día a día?

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