Autor: Óscar Wilde, 1890
Dorian Gray es un joven guapo, el cual es exhortado por Lord Henry para conocer todos los beneficios mundanos de la vida, aprovechando su belleza y su corta juventud. Su amigo y pintor llamado Basil Hallward dibuja un cuadro hermoso de Dorian, y al verlo, éste desea con su alma que el retrato envejezca por siempre en su lugar.
Así es como un día Basil, le envía el cuadro a su casa para que lo conserve; después de leer un libro sobre los pecados que le prestó su amigo Lord Henry, Dorian empieza a fascinarse por la vida superflua, hostil y hedonista donde nota que cada pecado se va marcando en el retrato y no en él.

Dorian se convierte en una persona de mala reputación que vive su vida al máximo sin importarle pasar por encima de quien sea, su alma se vuelve oscura y miserable hasta el punto de que sus pecados lo llevan a la intranquilidad y busca la liberación clavándole un puñal en el corazón al retrato.
Cuando sus criados ven a un hombre viejo muerto en el suelo, solo reconocen que es Dorian por las argollas que lleva puestas y el cuadro vuelve a su forma original.
Es una obra que nos pone a pensar sobre la ética y la moral, reflexionando cómo muchas veces la superficialidad y la belleza externa, nos desdibuja como seres humanos y nos hace cometer los actos más atroces, justificando el fin a través de los medios. Está catalogada dentro la literatura de terror gótico.